Tu auto es una máquina, con distintos componentes y partes trabajando todos a la vez con la finalidad de llevarte a tu destino. Para que esta finalidad se lleve a cabo, tiene que existir un sistema que conecte todo lo que tú deseas hacer desde el asiento del conductor con el resto del vehículo, de forma que este responda de la manera que tú esperas. Si esta conexión no se produce adecuadamente, tu experiencia de manejo puede tornarse sumamente incómoda, y corres el riesgo de no recibir respuesta por parte de tu auto cuando más lo necesitas, lo cual es sumamente peligroso. El sistema encargado de conectar tu vehículo a tus ruedas para que todas se muevan en conjunto es la suspensión, y por eso es tan importante.

El sistema de suspensión funciona mediante un conjunto de bandas, resortes, amortiguadores y ensamblajes que se encargan de que tu vehículo se mueva como deseas, así como también de que tengas un viaje cómodo y tranquilo. Gracias a todas estas partes, se produce una conexión entre la carrocería y los neumáticos, muy parecido a como el torso de un cuerpo humano se conecta a sus extremidades. De esta manera, se llevan tus órdenes desde el volante a todo el sistema de dirección para que tu auto se mueva hacia un lado o hacia otro. Cuando la suspensión de tu vehículo está en buen estado, sentirás un control total de tu vehículo, podrás maniobrar mejor en distintas superficies y tu seguridad y la de tus pasajeros estará garantizada.

Precisamente por lo complejo que es, el sistema de suspensión es uno que jamás debemos descuidar. Nuestra seguridad al volante depende en gran medida de él.

¿Por qué falla la suspensión de mi vehículo?

A medida que le das uso a tu vehículo, como el resto de sus partes, el sistema de suspensión se va deteriorando. Esto se debe en parte al constante esfuerzo que deben realizar los ensamblajes y conexiones del sistema cuando deseas dar una curva; a medida que las curvas de los lugares por donde conduces sean más cerradas, tu auto necesitará realizar un mayor esfuerzo para girar en ellas, lo cual desgastará el sistema.

Los amortiguadores, por su parte, son los encargados de minimizar la intensidad de los saltos que da tu vehículo al encontrarse con escombros o irregularidades en el camino. Estos también se van desgastando debido a su uso constante, especialmente si sueles manejar por vías con muchos huecos o imperfecciones de cualquier tipo. Manejar bajo condiciones climáticas muy fuertes o en temperaturas muy altas también contribuye al desgaste de tus neumáticos y de la suspensión de tu vehículo en general.

Es importante que tengas en cuenta todas las señales que indican que tu suspensión necesita mantenimiento.

El 16% de accidentes automovilísticos en Latinoamérica son producto de sistemas de suspensión con poco mantenimiento.

¿Cómo saber cuándo mi suspensión necesita mantenimiento?

El manual de tu vehículo seguramente indica qué tan seguido es necesario hacerle un mantenimiento a tu suspensión para evitar que sus partes se deterioren. Si llevas tu auto a algún taller para un servicio de cambio de aceite, pídele a tu mecánico que aproveche la oportunidad para revisar los componentes del sistema de suspensión, para asegurarse de que están en buen estado.

Una buena manera de revisar el estado de tus amortiguadores es hacer una prueba de presión o prueba de rebote. Esta prueba consiste en apoyar todo tu peso en la parte frontal o trasera de tu auto, dependiendo de qué amortiguadores quieras revisar (los de atrás o los de adelante). Luego, debes separarte del auto y observar qué tanto “rebota”. Si el auto deja de rebotar rápidamente, significa que tus amortiguadores están en buen estado. Si tu vehículo da más de un rebote y medio, significa que existe cierto desgaste. Mientras más tiempo dure tu vehículo “rebotando” tras esta prueba, más dañados están tus amortiguadores. Más aún, si durante esta prueba escuchas algún sonido extraño, es posible que alguno de los componentes del sistema esté dañado.

La mejor manera de saber si tu suspensión necesita un mantenimiento es prestando atención a tu vehículo cuando lo manejas. Los siguientes son los síntomas más comunes de que tu suspensión presenta algún problema:

  1. Sentir demasiados saltos, contoneo o vibraciones al manejar

Si cuando manejas sientes que cualquier salto o bache en la carretera se siente dentro de tu vehículo, produciendo demasiadas vibraciones, es muy posible que exista algún problema con tu sistema de suspensión o tus amortiguadores.

  1. Los neumáticos se desgastan de forma desigual

Si sientes que tus gomas se están desgastando de manera muy desigual con respecto al resto, es posible que haya un problema de alineamiento de ruedas o de suspensión. Si quieres saber más sobre el desgaste de neumáticos y hasta qué punto es “normal” que sea desigual, te recomendamos leer nuestro artículo al respecto.

  1. Tu auto “patina” en las curvas

Si tu auto se tira demasiado hacia un lado al dar la vuelta o tomar curvas, es muy posible que algún componente dentro de tu sistema esté fallando.

  1. Amortiguadores grasosos o aceitados

Puedes revisar tus amortiguadores al mirar por debajo del auto, en la parte superior de las ruedas. Si notas que lucen sucios o engrasados, es posible que haya alguna filtración de aceite u otro problema con tu sistema de suspensión.

  1. La parte delantera de tu vehículo se inclina hacia adelante al detenerte

Si cuando frenas, sientes que la parte delantera de tu vehículo se “hunde” o te empuja hacia adelante, entonces tu suspensión tiene problemas de amortiguación. Por lo general, este fenómeno puede aparecer cuando manejas en tráfico muy congestionado, donde es necesario frenar constantemente.

Si manejas bajo lluvias muy fuertes, tu vehículo necesita trabajar muy duro para mantenerse en el camino, lo cual genera mayores desgastes en la suspensión.

¿Cómo puedo evitar que mi sistema de suspensión se desgaste?

El mejor consejo es manejar con cuidado. En Latinoamérica, especialmente, estamos acostumbrados a manejar por caminos un poco menos amigables que en el resto del mundo. Si al manejar puedes esquivar huecos, escombros o imperfecciones en el camino, estarás ayudando mucho a tus amortiguadores. Intenta frenar más cuidadosamente, y evita detenerte de manera repentina, ya que esto también desgasta las partes de tu sistema. Evitar dar giros muy rápidos en ciertas curvas o evitar transitar por caminos con curvas extremadamente cerradas son también hábitos que tu suspensión agradecerá.

Confíale tu vehículo a los mejores

La parte trasera y delantera de tu auto tienen distintas necesidades, en cuanto a dirección y amortiguación se refiere. En ambas partes existe un sistema de suspensión, el cual consta de partes diferentes en la mayoría de los vehículos. Identificar cada parte de ambos sistemas, para luego notar qué puede estar fallando, puede ser una tarea complicada. Por esto, si estás en la República Dominicana, te recomendamos llevar tu auto con un equipo de expertos con más de 25 años de experiencia en frenos, suspensiones y mecánica automotriz en general. Ya sea que hayas notado algún desperfecto en tu auto o simplemente sea la hora de hacer un mantenimiento, en Frenos Villacón estamos esperando por ti para darle a tu vehículo el cuidado y la atención que se merece.

Av. Máximo Gómez #146 Santo Domingo. República Dominicana.

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